EL LABRADOR Y LA VÍBORA- (Fábulas Esopo)
-Déjame en la esquina de la
plaza-Dije señalando la dirección.
El coche cogió la derecha y al
llegar a la plaza me quedé paralizado, con la mirada clavada en el grupo de
jóvenes que sentados en un banco de aquella plaza se encontraban.
Mil agujas atravesaban mi piel
estableciéndose en los puntos exactos de los nervios de mi cuerpo negándome así
el poder moverme.
En aquel grupo se encontraban
cinco jóvenes con aire de superioridad que su paso por cualquier lugar inunda
el ambiente de envidia. Miradas de envidia de otros jóvenes a los que se les
niega el paso a esa superioridad. Yo soy como esos a los que se les niega.
Según ellos un “pringado”.
Cada uno de aquellos jóvenes ,
sostenía con una mano un cigarro encendido y sus miradas eran desafiantes.
-Por aquí no- Pude decir- Déjame
por la parte de atrás de la plaza.
El coche volvió a girar y acabó
en una parte de la plaza donde ningún alma danzaba. Eso me tranquilizó.
-Gracias- Dije abriendo la puerta
del coche- ¿Cuánto es?
-Son ocho euros—La voz del
conductor sonaba amarga.
-No tengo cambio, pero tome diez
euros-Dije entregándole un billete arrugado de diez euros- Quédese con el
cambio.
Luego cerré la puerta y me alejé
del coche en dirección a una estrecha calle.
Al adentrarme en ella, aumenté la
velocidad para llegar a mi destino, pero un llanto agudo llegó a mis oídos
obligándome a parar.
Al llegar al lugar de donde
procedía el llanto, pude reconocer a una chica. Era la novia de uno de los
jóvenes del grupo.
Estaba en una esquina ahogando
sus penas, por lo visto su novio le había dejado.
Noté que temblaba y le ofrecí mi
abrigo.
Ella cuando se hubo calmado y
cuando recobró sus sentidos, sacó una navaja de hoja de plata afilada y la
adentró en mi estómago hasta que mi cuerpo calló al suelo y la sangre comenzara
a inundar el suelo.
<<Nunca le había caído bien a aquella chica, es más, se burlaba
de mí siempre.>>Pensé
Ella se agachó y me cogió la
cartera, me miró a los ojos y mientras se levantaba dijo.
-Marica-.
Luego salió corriendo y dejó mi
cuerpo inútil tirado en una oscura esquina de un estrecho callejón olvidado.
Antes de que la sangre dejara de
fluir por mis venas, antes de que mi corazón dejara de latir, pensé.
<<-¡Esto me pasa por compadecerme de un ser malvado!->>
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Hace poco tuve la idea de coger alguna fábula y rediseñada a la actualidad, dándole un toque más moderno y más visible a la hora de interpretar el texto.
Como veréis he seleccionado "El Labrador y la Víbora" De las fábulas Esopo. Si no la conocéis , solo tenéis que poner en "Google" el título de el relato y os saldrá.
Espero que os guste.
Besos
RAXX
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